Reiki y la Compasión: El Antiguo Maestro

El antiguo maestro vivía solo en el bosque. Un día, su alumno vino a verlo.

"Maestro", dijo, "Tengo una pregunta respecto de la persona que le he enviado para que reciba su ayuda."

"Como es de su conocimiento, la vida de esta persona era un desastre. Sufría de todo tipo de dolores y problemas de salud menores, y estaba plagado de problemas. Se quejaba de que nada parecía salirle bien en la vida, que había tantos bloqueos en so vida social, profesional y personal, que parecía atrapado en una nube de negatividad de otras personas, y se sentía como si las fuerzas del universo, de alguna forma, estuvieran conspirando contra el."

"Lo he estado tratando dos veces por semana por varios meses, sin llegar a nada. Ninguna de las técnicas que he utilizado han surtido efecto sobre sus problemas, o si lo tuvieron, el efecto era tan solo temporario, fugaz, y el problema volvía a aparecer días después, o era reemplazado por un nuevo problema que antes no tenía."

"Aún así, por lo que me ha contado, usted habló con él tan solo unos minutos, lo trató solo una vez, y ahora su salud ha mejorado, sus dolores han desaparecido, esta lleno de confianza, energético y lleno de optimismo. Ha conseguido un nuevo trabajo, tiene nuevos intereses, ha formado un gran círculo social. Su vida ha cambiado por completo."

"Maestro, era de mi entender que mi entrenamiento había sido completo, pero ahora me doy cuenta que debe haber un secreto, una técnica superior que aún no me ha revelado. Por favor Maestro, enséñeme esa técnica especial que usó para ayudar a esta persona."

El Maestro sacudió su cabeza ligeramente: "Te he enseñado todas las técnicas que conozco. No hay nada mas."

"Pero yo...", comenzó el alumno, "Maestro, no lo comprendo. ¿Cuál es entonces el secreto? ¿Cómo es que su poder para sanar es tan superior al mío?"

El Maestro coloco una mano sobre el hombro del alumno con la intención de tranquilizarlo. "Mi poder no es superior al tuyo.", dijo amablemente, "El poder no tiene nada que ver."

"Entonces, ¿cuál es el secreto?" indagó el alumno, "¿Cómo ha logrado semejante cambio en su vida en tan solo una sesión?"

"Percepción." contestó.

"Per... ?"

"Déjame explicarte." continuó el Maestro, "Cuando esta persona vino a ti, tu viste su sufrimiento, y su deseo de alivio. Por lo que tu aplicaste tus habilidades, con mucho esmero, en un intento de sanar los problemas que te presentaba."

"Cuando vino a mi, yo también ví su sufrimiento, sus síntomas, y luego mire mas profundo, en busca de la causa detrás de los síntomas..."

"Ah!" exclamó el alumno, "¿entonces usted no intentó aliviar los síntomas, sus dolores, sus quejas, etc?"

"No. Tampoco intenté tratar directamente los otros problemas de los que hablaba: de como nada le salía bien, los sentimientos de bloqueo, y como sentía que estaba atrapado en la negatividad de otras personas, y demás."

"Entonces, ¿qué fue lo que hizo?"

"Pues", explicó el Maestro, "hice lo mas compasivo que podía hacer por él: simplemente lo sane de sus excusas."